domingo, 25 de febrero de 2007

Voilà Lou Lou






Voilà Lou Lou está hecho de arte, sexo e imaginación.

El cuerpo humano anda por allí desarropado y bello. A veces se sube a un cerdo o a un cohete dotado de prepucio.

Hay vulvas que replican las formas de María y marcan la entrada a un templo de placer y belleza.

En las raíces, subyace la sabiduría del budismo y la armonía absoluta del yoga desnudo.

Los relatos convocan a Pizarnik, Edipo y Bertoni. El juego y la luna son siempre bienvenidos, mientras dos amantes copulan sobre un Flipper de los años 70.

Al fin y al cabo, aquel sitio es obra de una mujer. De alguien, que el estilo de Fallaci, procura construir su vida como una aventura que requiere considerable valentía, como un desafío que nunca llega a aburrir.





Definitivamente ella es Pop. El ignoto rostro soñado de Andy Warhol. La musa de todo hombre que ame la noche en el Soho y la opinión informada de una mujer vegetariana.





En su calidad de inmigrante, está en combate permanente con el olvido. Su alma tiene algo de Ulises, de Madonna, de Lemebel, de sus parientes en Arauco.

















Este paso por la casa de Loredana Braghetto Bilbao es nuestra tercera visita a blogs de mujeres periodistas.

de visita: smoked eyes





Ella es una poeta. Una mujer que conecta su cuerpo, su alma y sus palabras.



Me quedé de una pieza, admirando la honestidad con la que habla de sus deseos, sus gustos, los océanos de su carne.



Recuerdo haberla visto de niña en el patio del colegio; haber palpado su preguntas en la antesala de un juicio y haber notado su figura neutral en medio del noticiero de las diez.



Pero sólo en sus páginas, traspasé el umbral de las multitudes y sentí el aroma melancólico de su alma; su portentoso amor por las letras y el cine; su apego a la aventura, a lo mágico, a la belleza de lo humano.



De ella, les dejo dos instantes esclarecedores.



Despedida
Sucede que me quedo inmóvil, con ese aleteo desesperado que la ansiedad a veces te agita por dentro... pero aún así las palabras no salen de mi boca y no te hablan, no te escriben, se esconden en los escondrijos

Pero quisiera decirte que hasta el mas pequeño gesto provoca un efecto en los otros, en el otro, hasta de mí que me creía blindada de aquellas pequeñas y filosas trampitas.

Eras uno más entre los demás, jamás memoricé tu nombre, ni reparé en la expresión de tus ojos, pasaste muchas veces a mi lado y jamás se me ocurrió oler el aroma de tu piel que dejabas al caminar.(soy experta en ello)

Pero de pronto te comenzaste a dibujar, emergiste entre los miles de muchachos que hay parecidos a tí, comenzaron las cartas, las llamadas, completaste con genial maestria algunas de mis oraciones inconclusas, de mis citas favoritas, me hablaste del vodka blanco , me pediste que te mirara a los ojos en forma perentoria y desesperada cuando hicimos el amor...
y entonces te saqué del montón, de la pasta uniforme de personas con las que me muevo a diario.Y me aferré a tu piel, al olor limpio a camisa planchada, al dibujo travieso de tus tatuajes, a tu voz entre pendeja y aguda y comencé a soñar descabelladas historias de pasión, hasta te hablé de Buenos Aires, de La Habana...

Afuera llovía despacio, hacia frío, había una luz azul en la ventana. Me mostraste tus escritos, tus fotos y era hermoso imaginarme así contigo, todas las noches revisando el trabajo del día con el computador en la cama, comentando las anécdotas y las mediocridades de un día de trabajo.

Nos despedimos tarde, todavía llovía, pero .... desconcierto, no miraste jamás para atrás .. ¿era tu despedida?

No volví a saber de tí, insistí un poco, pero no soy muy valiente en esto de buscar a quien no quiere ser encontrado...

De a poco las cosas comienzan a decantar, trato de acordarme del olor de tu piel y no puedo, solo me acuerdo de tu grito: "¡¡¡mírame a los ojos!!!" y todavía me estremezco, sé exactamente cuando aparecerás, se cuándo me miras de reojo, veo tu deseo...

Pero estoy tratando de devolverte a la masa uniforme de gente que me rodea, al anonimato en el que estabas antes, a mirarte y poder sonreírte, a tenerte cerca sin tener que comenzar a temblar y sabes? Ya lo estoy consiguiendo, (eso espero) claro que para ello ya elegí otra sombra que comienza a hacerse luminosa a mis ojos.



Cuando nos encontramos.



Estábamos nerviosos ambos,
pero decididos
tuve que tomar algo fuerte, tú también...
afuera ladraban los perros
y la noche se arrastraba silenciosa y espesa.
Me tomaste en brazos, casi como una niña
y nos arrastramos al fondo del acantilado
sin pensar en las obvias consecuencias
de este juego demencial, pero inevitable
los perros seguían ladrando
alguien ordenaba un ropero
y la música.... era....?
nos reíamos, nos estremecimos
el contraste de mi piel blanca y la tuya oscura y tatuada
nada me importo más
que conocernos así
mirando la oscuridad y la luz de la ventana de tu habitación
y reírnos...y acordarnos
y mirar el techo
y luego dormirnos
enlazados, pero temerosos
que llegara la mañana gris y lluviosa
que finalmente llegó
que nos devolvió a nuestras vidas
que me permitió sólo besarte levemente
antes que te alejaras
o que yo huyera
de la neblina que me obstruía la garganta.



A esta periodista misteriosa, pueden visitarla en http://www.smokedeyes.blogspot.com

En la imagen,puede apreciarse a Gaby, cuando fue a mi cumpleaños a regalar besos (Fue un buen regalo). Ahora, vestida con su traje de Sycorax, está a punto de traer una nueva niña al mundo.

Traté de subir su foto personificando a la "Fuerza-Lujuria", del Tarot, pero me ha sido imposible por el momento.

Por favor, no vayan a pensar que Gaby es Smoked Eyes. Mejor, no se pasen rollos, sino que concéntrense en la poesía.

Alma, Paloma y la guerra

Paloma, tiene dos pozos misteriosos en su rostro



¿Por qué no sabes volar?
y te pintas delgada
en boca de otros hombres,
anudando tu historia a la mierda,
dejando a la ternura sin ojos,
a la belleza sin tu recuerdo,
a la justicia sin tu atardecer.



¿Por qué no sabes volar?
y mientes en presencia de temores
y te engañas con voz deforme,
hasta que el verano
se canse de esperar tu afecto
y los jardines del mundo
no basten para contener tu pena.


¿Y si volaras como el aroma transparente de mis sueños?,
bajo el amparo de una mínima esperanza,
allí en el mar que era de otros
y que ahora es nuestro.


Y aunque nunca vueles,
mi princesa,
siempre habrá tiempo
para mojar tu rostro de cielo,
visitar aquel diciembre,
bendecir tu cuerpo.

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Hoy, debería escribir sobre la guerra o
sobre los mapuches impetuosos
que gastan su libertad en nuestra cárceles.

Sin embargo, vuelvo a vertir un poema sobre mujeres,
sobre Alma, aquella flaca bellísima
de tripitas tronadoras,
que tan feliz me hizo
y que tanta desdicha me costó.

Paloma Baytelman
es la responsable
de detonar en mi esas evocaciones,
ese aroma,
ese murmullo de simpatía
que siempre regresa
con su recuerdo.

Para no borrarme por completo de "este viaje",
consigno también este poema, que proviene de
la guerra.





Amanece y las bombas siguen cayendo,
sus luces de colores trazan
el rostro del firmamento
con figuras que parecen
árboles
estampidas de genios,
olas gigantescas del mar.

Los ojos de los niños
están llenos de muerte
y mi mente quisiera estar
en otra tierra,
aunque abunde la pereza
y se siembre entre las almas
la religión de la tristeza.

Es verano en el mediterráneo
y las bombas preguntan
por mi nombre,
ahora que aprendí
a llamarme Gonzalo,
Alí,
Cártago, Jacob o
Baltazar.

En el rincón,
la carne de un hombre
se pudre,
sus padres lloran
con la profundidad
de un abismo.

Es tan grande
la impotencia,
ni siquiera
el sol,
se atreve a mirar.

La verdad
ya no tiene
Patria,
ni bando,
ni bandera.

La verdad
nunca tuvo
Dios.